Quien te enfada te domina

Estaba en mi auto manejando por una calle que cruza una vía principal, eran las 10:00am y no había mucho tráfico, cuando llegué a la esquina me detuve, miré a ambos lados para poder cruzar, vi que un auto venía a poca velocidad y estaba relativamente lejos, pensé que no habría problema, según yo, en cruzar, pero cuando estoy comenzando a cruzar el auto que venía comenzó a acelerar, obviamente me detuve y lo dejé pasar, sin embargo, cuando el auto pasó por delante mío, el piloto bajó la ventana y comenzó a insultarme, en cuestión de micro segundos empezó la lucha dentro de mi, entre responderle, perseguirlo, alcanzarlo, pasarlo, renegar conmigo misma, molestarme o quedarme en el fastidio, pero hice todo lo contrario a lo que probablemente la otra persona hubiera deseado o esperado de mi, lo que hice fue quedarme quieta, sin responder, sin molestarme, sólo observé, como un simple espectador que mira la situación desde una esquina o desde arriba de un árbol.

¿Cómo lo hice?
Piensa por un instante esta pregunta: ¿Qué quiere esa persona de ti?, ¿Crees que quiere que comprendas las reglas de tránsito?, pero ¿Tú comprendes algo a los gritos?
Comprendí que responder a su violencia me quitaría mi propia energía, mi energía mental, mi paz interior, ¿Se lo iba a permitir?.
Pueden ser muchos motivos por los cuales las personas están a la defensiva, cualquier evento que ocurra contrario a sus deseos están listos para agredir, insultar, gritar, alzar la voz, etc. y si tú reaccionas de la misma manera lo único que estarás haciendo es permitirles que se lleven tu energía, ¿Lo vas a permitir?, ¿No sería mejor enfocar tu energía en aquello que estabas haciendo y seguir tu camino?.
Recuerda, las personas no te hacen algo, las personas hacen algo y tú decides si te afectan o no.
Namasté.