Ser padres requiere una dosis de energía extra, llegamos a casa del trabajo, la mayoría de veces cansados, algunas otras estresados, o incluso si criamos 24×7 a nuestros hijos, todas lo sabemos, y ahí en casa nos esperan con esa energía incalculable y esa sonrisa gigante de nuestros hijos, ellos esperan con emoción la llegada de mamá o papá, se lanzan a nosotros, algunas veces nos tiran al piso de un brinco para alcanzar nuestro cuello y nosotros los padres ya quisiéramos tener esa misma energía, por eso siempre digo que los padres necesitamos una energía extra para llegar con combustible al final del día, más aún si toca lidiar con algún berrinche, pelea de hermanos, si no quieren comer, si no quiere hacer la tarea o si aún no quiere dormir, etc., en otras palabras, todo aquel comportamiento que deseamos manejar y controlar.
Entonces, empleamos los gritos, los castigos o métodos punitivos, que a la larga terminan agotándonos, terminamos incluso más estresados o peor aún sintiéndonos culpables y no saber qué hacer.
No obstante, existe una manera para que nuestros hijos nos hagan caso, y es a través del ejemplo, el ejemplo es una herramienta poderosa para influenciar en los hijos, porque en realidad lo mejor que puedes hacer es influir en ellos, pues si los quieres controlar ellos igual harán sus hazañas a tus espaldas, te mentirán, lo ocultaran o se inventarán nuevas fórmulas para engañarte, pero qué tal si mejor buscas la manera de inspirarlos, por ejemplo, al llegar la noche busca un cuento, tal vez tu hijo aún no sabe leer, sin embargo, puede ver los dibujos y letras que hay en el cuento y sabe que ahí debe decir todo lo que tú le dices, también puede tu rostro, escuchar tu tono de voz y observar con emoción cada escena del cuento, adicionalmente, tú también lee un libro, tu hijo verá que mamá también tiene su propio cuento, la ve leer todas las noches su libro y cree que ahí también deben decir cosas interesantes.
Los padres estamos deseando gran parte del tiempo que nuestros hijos realicen lo que les decimos que hagan, pero aún no hemos entendido que el mensaje no se da siempre con palabras, sino con el ejemplo, es una manera de influir en ellos, porque los niños ven en sus padres las personas que quisieran ser, tratemos de influir en nuestros hijos a través del amor y el respeto, querer controlar a los hijos lo único que generará es un desgaste de tu energía mental, mejor dirige esa energía en formas y maneras de influir con el ejemplo.
Ahora hazte esta pregunta: ¿Qué valores quieres que se lleven tus hijos cuando sean adultos?, comienza a tomar acciones y actuar para que se generen en ellos esos valores.
