En un post anterior hablamos acerca de la mente y sus características, la mente está dotada de poder, nosotros mismos le damos poder, ese poder de no estar quieta, de no estar tranquila, de no morar en el presente y es porque probablemente nos da miedo estar en presente o nos parece aburrido, sin embargo, estar en el presente podría ser lo más delicioso y liberador de dolores, ansiedad o sufrimiento, pero nos encanta crear historias y dramas alrededor que causan más y más dolor o ansiedad.
Y la manera de estar presente podría darse con una simple contemplación de lo que estás observando a tu alrededor, sin imaginar o crear historias de lo que ves, solamente estar ahí, estar consciente de ese momento, de esa sensación. También puede ser con una simple meditación sentado o algunos otros métodos. No necesita ir a una hermita en los Himalayas para poder estar contigo mismo, lo que se necesita es disciplina de practicarlo, podría empezar con unos 5 minutos con los ojos cerrado y sólo observando tu respiración cómo entra y sale el aire que respiras sin que la mente se distraiga o se enganche en historias, inténtalo, veras que la mente es escurridiza y de inmediato quiere crear otras historias, pero ten paciencia, todo es práctica en esta vida, nadie se levantó de la noche a la mañana a meditar por horas, todos empezamos con al menos uno, dos, tres minutos y nuevamente empezamos porque se nos vino un pensamiento y otro más y entonces nuevamente a contar uno, dos, tres, cuatro minutos que puedo mantener mi mente en estado presente y de quietud.
¡Inténtalo! Me cuentas cómo te fue.
